Es como un cineasta, posee narrativa, describe situaciones, combina géneros, escenifica historias; se podría asegurar que Tom Waits es un catálogo de música americana, de hecho tiene mucho que ver con la escena del crooner solitario que musita ternura y gravedad en clubes con poca iluminación, mucho humo y mala reputación. Waits es la voz a punto de derrumbarse por el alcohol, el tabaco y el frío invernal, de un modo imposible parece extirpar las notas de su garganta, como arrancándolas de un pegajoso muro de vicios humanos, merecería ser negro, sólo así correspondería a su imagen marginal de adicto al Blues/Soul/Jazz bajo epígrafes noctámbulos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
GRANDE...........
waltzing matilde...waltzing matilde...sabe a poco este microhomenaje al gran Tom... queremos más! verdad Ri???
Sabe a poco y queremos más, porque mientras tiemble su voz, más nos hará temblar... y más nos tiraremos de los pelos por no haber podido gozar de su presencia...(puntos suspensivos)
Publicar un comentario