Podría ser un viaje sosegado o feliz pero se convirtió en un infierno. Desde que Balsán entró en la Plaza de San Pedro hasta que finalizó la visita fue seguido muy de cerca por el famoso "Espectri dil Vaticano".
Sí, el mismo que seguía al Papa Roncalli o al mismísimo Papa Francisco.
Cuando menos la presencia de este fantasma es inquietante y según dicen los expertos, como Iker Jiménez de Cuarto Milenio, puede llegar a producir desde insomnio hasta flatulencia y amargor bucal.
La estancia de Balsán en la ciudad eterna a partir de este contacto con el inframundo fue accidentada.
Para empezar la reserva hotelera caducó el día anterior al vuelo de vuelta y tuvo que buscar otro hotel.
Su reloj dejó de funcionar y su smartphone transmitía, de vez en cuando, quejidos y alaridos que helaban las venas.Al peinarse notó como un puñado de pelo quedaba pegado al peine y a pesar de los esfuerzos fue incapaz de retirarlo. Además sus ojos se enrojecieron y perdió las gafas de sol en una pizzeria.
Balsán deseaba volver cuanto antes pero oh Dios! una huelga de los controladores aéreos de Fuimuccino le retuvo unas cinco horas en el aeropuerto donde fue confundido por los carabinieri con un peligroso terrorista.
En una conversación telefónica con Pipi el nigromante le había advertido de la "maldición del espectro vaticano" y que la única manera de que todo volviese a la normalidad era que invitase a un vino español, en la tienda delicatessen de Suso, a los amigos el viernes a la noche.
Balsán hizo caso al mago y zas todo fue felicidad. A Pepucho por el contrario le ocurrió lo mismo que a Balsán pero el nunca creyó en los enredos del mago Pipi.Frecuentemente tiene horribles pesadillas que lo hacen aullar en las largas noches de invierno.
BALSÁN MUCHAS FELICIDADES !!!!
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