EJERCICIOS ESPIRITUALES.EN LA CORTE DEL REY ODILIO

   Odilio, hombre de profundas creencias religiosas, se enclaustró con toda la Corte en el Santuario de Los Milagros para celebrar ejercicios espirituales e implorar la Gracia Divina antes de iniciar la primera Cruzada contra el Couto Mixto Esparrexedor.

  

 Dirige los ejercicios Humbertus, arzobispo de Mingarabeiza, bajo un régimen de recogimiento y silencio solo perturbado por los ronquidos que Cebolón , harto de monsergas, emite durante la digestión de la única comida que se sirve a mediodía en el refectorio del Santuario.

Tejabana, lugar famoso dentro del Monnte Medo, tanto sirvió de ágora donde se reunían los esparrexedores al mando de Badás como también de castigo donde Odilio infringía castigos corporales a la soldadesca o a los siervos de la gleba contrarios a su poder absoluto.

Luego de cánticos y plegarias todos y cada uno de los cortesanos se recogen a las siete de la tarde en profundo silencio en las camaretas del Colegio que Odilio alquiló a los frailes en la primera planta del edificio.

La pasada noche, el fervor y recogimiento de tan provechosas jornadas, se vio perturbado por la osadía de Cebolón, que ante la falta de comida suficiente para alimentar ese corpachón que gasta, anudó las sábanas de su cama y se descolgó por la tejabana del ala norte del Colegio para ir al Hostal a zamparse una docena de huevos con picatostes que le preparó Aldonza Isabel.

   El aguerrido Olaf Guftavsson es el encargado de poner disciplina entre los asistentes para que sean de provecho todas y cada una de las reflexiones que imparte Humbertus.

Cebolón fue sorprendido por Olaf, borracho perdido, y apartado de los ejercicios  castigado a permanecer día y noche al lado de un viejo roble frente al Santuario aprendiendo de memoria el Cantar del Mio Cid.

A pesar de ser unos ejercicios espirituales de recogimiento u oración se sospecha que algunos nobles cansados de tanta vigilia escapaban por las noches al lugar de Arnuide donde copmpartían alcohol y algo más con las famosas Odaliscas.

BY CORRESPONSAL