miércoles, 8 de abril de 2009


Søren Kierkegaard, con perdón
(1813 - 1855)


Filósofo danés con nombre de pregunta escatológica

Kierkegaard y Schopenhauer jamás intercambiaron ni una palabra en vida, porque, aunque eran vecinos y vivían puerta con puerta, nunca fueron debidamente presentados y ambos respetaban escrupulosamente las esenciales normas de urbanidad que nos permiten convivir ordenadamente en paz y armonía.

"¿Qué sentido tiene esta vida? Si se divide a la humanidad en dos grandes grupos, puede decirse que uno trabaja para vivir y que el otro no tiene necesidad de trabajar. Pero el trabajar para vivir no puede ser el sentido de la vida, puesto que es una contradicción decir que proporcionar constantemente las condiciones sea la respuesta a la pregunta sobre su sentido, que con ayuda de ellas ha de condicionarse. La vida de los demás en general tampoco tiene más sentido que la de devorar esas mismas condiciones. Si se quiere decir que el sentido de la vida es morir, me parece de nuevo una contradicción".

"El ser es indivisible por sí mismo ya que contiene alma y carne lo que le hace paradójicamente indefenso a los avatares de un tiempo progresivo e interminable con el resultado de una mortalidad como fin y causa deontológica ."

7 comentarios:

CIORÁN dijo...

!Cuantas chorradas se escribieron !. Véase el segundo párrafo de esta entrada. Sí alguien lo entiende que lo explique. Estoy seguro que no lo entiende ni el mismo que lo escribió.

PEPELETAS dijo...

A verdade e que é un dos filósofos que máis se amoldan a miña maeira de ve-lo mundo.Recoméndolles a todos os lecrtores de este blog que o lean e que se deixen de leer o Marca e o As.

E. PUNSET dijo...

Pepeletas; me encanta, como a tí, este autor.

Anónimo dijo...

El segundo parráfo es enferragoso y hay ser un erudito para entenderlo, tiene un cierto sentido existencialista.

Anónimo dijo...

Haber si lle facemos un Consello de Guerra aos RENEGADOS e TRASIDORES do Sábado...

el golosinas dijo...

Mimadriña, cómo ven a Semana Santa.

joan LAPUERTA dijo...

Yo soy mas de Schopenhauer, y aqui hay mucho de Kierkegaard. Por la pinta nos acabará pasando como a ellos, yo casi no trago y apenas saludo a los Anónimos no-renegados.

Pepeletas and Co. mañana descansad de vuestra erudición y leeros el MARCA, el Mesias ha vuelto.